domingo, 4 de febrero de 2007

RESPONSABILIDAD SOCIAL DE LAS ORGANIZACIONES


Ing. Olga Viloria

Las ponencias y el debate planteado en el marco del seminario de Responsabilidad Social de las organizaciones llevado a cabo en la Universidad Fermín Toro, giro en torno a los diferentes enfoques y abordajes de los actores sociales que hacen vida en una cultura cualquiera que sea su geografía: Las empresas de producción y servicio, las Universidades, y la Sociedad Civil, asimismo se identificaron cuales han de ser sus roles, las iniciativas llevadas a cabo en el contexto mundial y las perspectivas de desarrollo que se vislumbran en América Latina y el mundo.

El tratar de reducir la Responsabilidad social a un concepto estático e inmutable, es un tanto difícil en virtud de que no se trata de un snobismo, sino de un proceso dinámico, cuyo abordaje va a ser influenciado por los recursos con cuenta la organización o la persona que va desde lo material , sus creencias o condición espiritual, hasta la postura ontológica y epistemológica que se asuma , en consecuencia la responsabilidad social tiene como punto de partida la responsabilidad personal, tomando como premisa la máxima Socratiana promulgada en el templo de Delfos: “el conocimiento de si mismo”, por cuanto culturalmente somos diferentes pero ontológicamente iguales dada nuestra condición humana, que nos hace acreedores a la igualdad de derechos y responsabilidades.

En ese sentido la responsabilidad social es una abstracción, un valor y, por tanto, una persona no es socialmente responsable si sólo conoce intelectualmente el concepto; la responsabilidad social se ejerce y concreta a través de una conducta ética (Navarro, 2002)[1] y quien posee una conducta ética, taxativamente cumple con lo moral, posee un espíritu cooperativo y enciende la “chispa” de sabiduría y la creatividad que mora en nuestro interior, dando a lugar a proyectos concretos comunes sostenibles en el que todos se benefician, orientando las actividades individuales y colectivas en un sentido que permita a todas igualdades de oportunidades para desarrollar las capacidades, suprimiendo y apoyando la eliminación de los obstáculos estructurales de carácter ontológicos, epistemológicos, económicos y sociales, así como los culturales y políticos que afectan o impiden ese desarrollo.

Dentro de este marco de ideas el conocimiento de si mismo se traduce en tomar conciencia y responsabilidad de nuestras acciones, por lo que la responsabilidad social nos atañe a todos , específicamente las empresas están llamadas hacer socialmente responsables por que toman de la sociedad su tesoro mas preciado : el hombre, en consecuencia debemos formar y formarnos en y para la responsabilidad social, es allí donde la Educación Superior juega un rol protagónico a través de lo referido por la UNESCO[2] ( 1998) “una educación orientada por el amor hacia la humanidad y movida por la sabiduría” y fundamentada en lo que Delors[3] (1996) denomina los cuatro pilares que deben regir la educación de este siglo: el aprender a conocer, hacer, ser y convivir, específicamente estos últimos constituyen las bases sólidas de la Responsabilidad Social Universitaria y del cooperativismo.

Una universidad socialmente responsable aborda la RSU desde la docencia, investigación , extensión y gestión administrativa, por vía de la gestión social del conocimiento, la igualdad de acceso, la creación de comunidades o redes de aprendizaje , formulando y aplicando proyectos socialmente sostenibles, cumpliendo con el marco jurídico internacional , transversando los valores éticos fundamentales en sus cuatro funciones y actuando correctiva y prospectivamente en el abordaje de los problemas socio -económicos que enfrenta la humanidad en el contexto local, regional y global.

Por su parte la responsabilidad social de las empresas va mas allá de la producción y comercialización de bienes y servicios con sentido ético, pues en resumidas cuentas la ética deberá estar presente en todas las instancias de nuestras vidas (Klisberg, B. 2004)[4] de lo contrario seria una visón reducida a lo obligatorio y a lo moral, que si bien forma parte de ésta, su espectro es mas amplio.

Así pues, y tal como lo acota Sulbarán, P.[5]( 1995)“ El nuevo contrato entre la empresa y la sociedad aboga por la reducción del costo social originado por los efectos colaterales de las actividades de la empresa que resultan nocivos para la sociedad” ciñéndose ética y moralmente a los principios universalmente aceptados: paz, justicia, libertad, igualdad y solidaridad, recogidos en la declaración mundial de los Derechos Humanos, los Derechos Fundamentales del Trabajo, el Décimo Principio contra la Corrupción de las Naciones Unidas, La Declaración de Río de las Naciones Unidades sobre Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible.

Pese a que el debate sobre responsabilidad social empresarial data de mediados del siglo pasado, dos eventos suscitados al final de siglo le otorgaron un matiz mas relevante : El primero corresponde a la iniciativa de la secretaria general de las Naciones Unidas con la creación del Pacto Mundial[6] (1999) , red de participación voluntaria destinada a profundizar y compartir experiencias prácticas sobre cultura de responsabilidad social corporativa a través de la formulación e implementación de de los diez principios inspirados en el marco jurídico internacional, divulgados por mediación de “ La comunicación sobre el progreso”.La segunda corresponde a la planteada por La Comisión de la Unión Europea[7] (2001) con la creación del “Libro Verde: cuyo propósito es fomentar un marco europeo para la responsabilidad Social de las empresas” invitándolas a realizar sus actividades atendiendo al trinomio: Desarrollo económico, cohesión social y medioambiental.

En lo que respecta a la Responsabilidad Social Universitaria el documento Visión y Acción emitido en la última conferencia mundial sobre la Educación Superior de la UNESCO (op.citp.) no hace referencia explicita del concepto, no obstante menciona en su artículo dos, sus funciones éticas y la responsabilidad. Apoyado en este marco conceptual surge la iniciativa llevada a cabo al comienzo del pasado año por el Banco Interamericano de Desarrollo conjuntamente con la Red Global de aprendizaje del Banco Mundial, bajo el programa:”Apoyo a Iniciativas de Responsabilidad Social Universitaria, Ética y Desarrollo”[8], dirigida a universidades caribeñas y latinoamericanas, programa piloto iniciado el pasado año que busca facilitar la implementación de iniciativas suministrando a las universidades que calificaron en la primera convocatoria efectuada, la capacitación para docentes, entrega de material pedagógico y asistencia técnica en sitio y a distancia. De noventa y dos universidades que participaron calificaron diez con proyectos que van desde reformas filosóficas, curriculares, organizativas y legales. Las perspectivas de desarrollo se vislumbran muy esperanzadoras, y su éxito a mi entender estará basado en: la solidaridad, la creatividad y el aprendizaje compartido, que en definitiva se derivan del componente ético personal presente en nuestras acciones.







Referencias Bibliográficas

[1] Navarro, G. “Desarrollo de la autonomía responsable y responsabilidad social “(2002b) http://www.udec.cl/~rsu

[2] Declaración Mundial de la Educación Superior en el siglo XXI: Visión y Acción.( Pág. 23) UNESCO(1998)
[3] Delors J. et al “La Educación Encierra un Tesoro”. Santilla Ediciones, UNESCO. Madrid. España. (1996).

[4] Klisberg, B. “Los cursos de ética y responsabilidad social en las universidades son indispensables” (2004) http://www.lanacion.com.ar/04/03/28/de_586844.asp ,

[5] Sulbarán, J. (1995) “El concepto de Responsabilidad Social de la Empresa”. Revista económica número 10 de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad de los Andes. http://www.saberula.ve
[6] Pacto Global (1999) globalcomapct@un.org
[7] Libro Verde de la Unión Europea (2001):”Fomentar un marco europeo para la responsabilidad social de las empresas” http://www.europea.ev.int/comm/off/green/index
[8] Red Universitaria de Ética y Desarrollo Social – Iniciativa Interamericana de Capital Social, Ética y Desarrollo del BID: http://www.iadb.org/etica

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